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Foto del 20 de enero de 2013 en Niquitao |
Este pueblo hermoso y
tranquilo lo disfruté tantas veces, visitarlo siempre era
emocionante, la vista a las montañas desde el centro, la casa que
quise comprar en la calle La Asomada, el clima óptimo y la gente tan
amable, de hecho este lugareño montado sobre el caballo fue muy
gentil, me quedó su trato tan diferente a lo que uno suele ver.
“Lo conocí, el
niño es su nieto, el fue juez en Niquitao, le di clases a sus tres
hijos. Murió trágicamente, un día llegó al pueblo con su caballo,
habían fiestas en Niquitao, se bajó del caballo, compartió con
unos amigos, luego de un rato decide continuar su rumbo, al momento
de montarse en el caballo, cuando tenía el pie en el estribo, sonó
una bomba de esas de fiestas, la bestia se asustó y salió
corriendo, el jinete quedó a merced del caballo que lo arrastró
varias cuadras, recibiendo golpes en la cabeza y el rostro, eso le
causó graves heridas y luego la muerte...
Se llamaba Gilberto
Sánchez, fue juez en Niquitao, cuando existían los jueces de
municipio, cuando existían los distritos, después pasaron a jueces
de parroquia y eso lo eliminaron y él se jubiló. Tenia tierras y
trabajaba la agricultura”