La vieja estructura actualmente en total deterioro fue la casa de habitación de la familia Barazarte y puesta en servicio público como la primera escuela de medicina simplificada del estado Trujillo en el año 1.944, siendo su médico jefe el Dr. Víctor Bocaranda. Allí se prestaba atención en el área de: materno infantil, venereología, fisiología, higiene dental, vacunaciones, laboratorio, inspección sanitaria, higiene preescolar y escolar. Su máximo logro fue haber contribuido en hacer desaparecer en la región enfermedades endémicas como la tuberculosis, la viruela y la lepra. En reconocimiento a ello fue ganadora del premio de Las Américas como la mejor escuela de medicina simplificada en el año 1.947.
Este es uno de los pasillos del Hospital Rafael Rangel de Boconó. A diferencias de los centro de salud de las grandes ciudades su atención es buena y agradable. Un problema a solucionar es la falta de médicos.